- Lean los siguientes textos y resuelvan estas consignas. La corrección se realizará mediante una puesta en común en el aula
b. ¿Cómo influye esa "realidad más compleja" en la literatura del momento, especialmente en la narrativa latinoamericana?
c. ¿Qué aspectos vinculados al movimiento existencialista comienzan a plasmarse en las obras literarias de ese contexto histórico?
A partir de la Segunda Guerra Mundial, la problemática del mundo
contemporáneo en general y, del hispanoamericano en particular, se hace más
compleja.
La industrialización en los países hispanoamericanos produjo la
migración de las poblaciones rurales a las grandes ciudades. Por esta razón,
surgió una sociedad marginal que se instaló en los barrios y zonas periféricas.
Los países latinoamericanos mostrarán las dos caras de la moneda: las
grandes ciudades superpobladas, en las que convivían distintos estilos europeos,
y el interior, sumido en el abandono. Las ciudades habitadas por inmigrantes
van uniformando el modo de sentir de sus habitantes. Pero, bajo una
uniformidad, subyacen el desarraigo, la enajenación y la ausencia de
identificación.
La literatura refleja este fenómeno: el tema ya no es sólo el hombre
sino él y su conflicto. Este eje, surcado por la desilusión y el descreimiento,
se manifiesta a partir de:
·
El avance de la modernización sobre la ciudad
tradicional y sus consecuencias.
·
El hombre anónimo, solitario, oprimido,
masificado en las grandes ciudades.
· Las dificultades propias de la convivencia entre
las distintas clases sociales y la inserción de los inmigrantes (reeditando la
oposición antigua antinomia “civilización-barbarie”)
·
La marginalidad no sólo desde una perspectiva
económica (también el intelectual es un marginado social)
Fuente: Literatura
Argentina y Latinoamericana – Santillana - Polimodal
Durante la década de 1940 y 1950, la
narrativa latinoamericana se ve influida por el clima de posguerra. Los escritores
abandonan los temas regionalistas (El hombre en relación con la naturaleza que lo rodea y determina, y el enfrentamiento entre el orden económico tradicional y las nuevas ideologías), para centrarse en conflictos individuales y
subjetivos. Como dice Luis Harss en el libro “Los nuestros” de 1966: “[…] nuestros
escritores, arrinconados en grandes ciudades amorfas, se volvieron adentro para
crear mundos subjetivos. El gesto era parte de una pauta social que reflejaba
no sólo el desmoronamiento de los valores establecidos sino las realidades de
la vida diaria”. Así, en sus cuentos y novelas, los escritores manifiestan los sentimientos
de decepción y de angustia que afligen a los hombres de esta época. Estos
hombres no ven en lo inmediato una salida posible, no tienen futuro ni
esperanza. En los narradores, y en los personajes de la ficción, se proyecta esa
visión del mundo relacionada con la falta de expectativas, la soledad y la
desvalorización de la vida.
Fuente:
Literatura 3 Argentina y Latinoamericana – Activa – Puerto de Palos
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